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Nosotros que estamos viviendo el auge de una cultura cristiana en la que hay poca oposición a la profesión pública de nuestra fe, no hemos dimensionado lo que significa fallar en comunicar acerca de los compromisos con Dios a nuestros hijos y la generación futura.
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Cuando miramos horrorizados los escándalos morales y religiosos de los países considerados post-cristianos(como Canadá, Uruguay y los países de Europa), rara vez pensamos que el avance de la secularización es el fruto del fracaso de la generación anterior en hacer conocido a Dios a la generación actual. Rápidamente pensamos en agendas ideológicas, medios de comunicación masivos llenos de agentes públicos humanistas y toda una idea de guerra cultural.
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Pero no nos damos cuenta del desgaste silencioso en los valores cristianos de una sociedad porque esta se ha quedado sin capital moral para heredar a los próximos cristianos, que quedarán a merced de alternativas seculares y paganas que definirán lo que constituye una buena vida.
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Cuáles son las consecuencias para un pueblo cuando la visión de la grandeza de Dios y la realidad de su presencia no son transmitidas a las siguientes generaciones? Cuáles son las marcas de una sociedad que le dió la espalda a las condiciones del pacto de Dios?
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El libro de Jueces es el mejor y más terrible retrato bíblico del pueblo de Dios que vino después de una generación que falló en transmitir el conocimiento de Dios. (Jue 2:10)
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La decadencia moral que es narrada es tan grande que al final del libro encontramos un juez llamado Sansón que es tan pagano, que no entendemos si obedeció o no a Dios. Claramente el autor bíblico se esforzó en mostrarnos las terribles consecuencias de una sociedad que hacía todo lo que consideraba recto a sus propios ojos!
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La decadencia de la civilización occidental está íntimamente ligada al fracaso en transmitir la fe a los hijos. Justamente porque no conocían a Dios, desconocían los parámetros de la alianza , los modelos de la ley, todo lo que tenían era apenas sus convicciones personales, lo que les parecía recto y bueno a sus propios ojos!
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No es exactamente lo que estamos viviendo? No estamos siendo testigos de esta negligencia paulatina de padres, maestros, pastores y lideres cristianos en la propagación de una fe vigorosa?
-Rev. Pedro Dulci
Traduccion: Pamela Muñoz- Sheran
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